viernes, 6 de diciembre de 2013

Informacion , sobre la sobreexplotación Del ''acuifero puelche''

Puelches: estragos en su protección natural
El término “vulnerabilidad” de acuíferos a la contaminación define aquellas propiedades cualitativas que indican el grado de protección natural de un acuífero respecto a la contaminación.
Los textos en bastardilla son de mi autoría. Francisco Javier de Amorrortu
CONTAMINACION DE NAPAS por el Ing. Norberto O. Bellino
 El Puelches es un acuífero semiconfinado de origen fluvial constituido hace 2,588 millones de años por arenas finas a medianas, que forma una unidad hidrogeológica con la suprayacente capa freática, con piso en arcillas de color gris azulado (barro azul) y un techo de baja permeabilidad constituido por arcillas de color grisáceo blancuzco (barro blanco o gris); con una presencia prácticamente continua desde el sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe hasta la bahía de Samborombón en la Pcia. de Bs.As. limitada lateralmente al Este por el propio Río de la Plata y por la cuenca del Río Salado al Oeste.
Ambos sustratos están adicionalmente protegidos en las cotas por debajo de los 7 m IGM por el salobre acuicludo Querandinense (Postpampeano) que oficia protección adicional por su condición impermeable, probando tal condición por la retención de cloruros y sulfatos durante 3.500 años.
El Puelche se recarga localmente con las aguas de lluvia que se infiltran, previo paso por la capa freática, hasta alcanzar las arenas que lo constituyen. En condiciones naturales este paso por la arcilla se efectúa con gran lentitud, verificándose procesos de adsorción e intercambio iónico, que sumados a la filtración mecánica, actúan en el sentido de purificar el agua.
 De esta manera con aguas de calidad naturalmente potables (tenores salinos del orden de 500 mg/l y un balance de las diferentes sales casi ideal para su ingesta), presencia continua, relativamente poca profundidad, rendimientos mas que interesantes y buena protección natural, se tuvo así por muchos años a disposición este acuífero excepcional, que fue, antes que el Río de la Plata, el que permitió el desarrollo del Gran Buenos Aires, con su crecimiento demográfico y radicación de industrias, etc. El acuífero “Puelche” fue así el Nilo del Gran Buenos Aires.
En este escenario, naturalmente excepcional, el hombre comenzó a explotar el agua subterránea, siendo el Ing. Adolfo Sourdeaux , uno de los primeros en perforar en busca de aguas surgentes, ya que sostenía que en la zona debía haber aguas artesianas (por Artois, Francia en donde se explotaban aguas surgentes desde largo tiempo atrás). Tras un duro fracaso inicial en el Pasaje de La Piedad de la ciudad de Buenos Aires, tuvo éxito en Barracas
Si bien el desarrollo de los diferentes diseños de pozos de explotación se hizo priorizando los aspectos económicos, en el esquema dado se destaca que hay que lograr una aislación adecuada con respecto a las capas de agua superiores (fundamentalmente la freática) porque de lo contrario se corre el riesgo de extraer agua contaminada.
Esta observación comienza a no ser válida en las cotas por debajo de los 7 m IGM donde el manto a atravesar es el salobre acuicludo Querandinense fruto de la última ingresión marina, que al tiempo de retener sus tres veces milenarios cloruros y sulfatos con su impermeabilidad, reitero, contribuye a la protección de los acuíferos inferiores.
Debe quedar bien entendido que el único acuífero explotable para obtener agua potable en la región es el Puelche. No existen otros acuíferos, ni mucho menos vertientes o cursos subterráneos de agua, que se puedan explotar. Por encima del Puelche está el freático contaminado y por debajo (atravesando la arcilla azul) aguas de fuerte tenor salino. Queda dicho además que las tecnologías de explotación son asimismo perfectamente conocidas desde hace muchos años. Aunque las tecnologías de perforación, encamisado y sellado entre ambas, sean generadoras de los peores resultados.
El tipo de explotación a que se sometió el acuífero Puelche, tuvo inicialmente un bajo impacto sobre el mismo debido a que las explotaciones eran de poca intensidad porque estaban espaciadas, producto a su vez de la poca presión demográfica inicial.
Todavía en la década del 60, existían condiciones para un desarrollo adecuado si se hubiera implementado una explotación racional del acuífero, pero la falta de control que existió desde un comienzo estableció las condiciones para el desastre ambiental que sobrevendría luego.
Ya en los primeros años de la década que comenzó en 1970, comenzaron a advertirse con claridad problemas que se irían agudizando con el paso de los años.
Primero sobrevino la sobreexplotación del acuífero, fundamentalmente por acción de la descontrolada extracción de agua que efectuaban las industrias, que acudían al acuífero para satisfacer las crecientes necesidades de sus procesos productivos por entonces fuertemente dispendiosos en el consumo de agua. Ya que el agua subterránea era (y sigue siendo) gratuita y como ya se dijo no existió nunca en la práctica control alguno.
En su área de influencia O.S.N. instauró un sistema de control de muy baja eficiencia, proliferando la construcción de pozos clandestinos situación que se acentuó a partir de la década mencionada, mientras que Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires, OSBA, no llegó nunca a implementar un mecanismo de control que funcionara.

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